Quisiera que se inventara algo para embotellar los recuerdos, igual que los perfumes, y que nunca se desvaneciesen. Y que cuando yo quisiera pudiera destapando la botella volver a revivirlos.
Y sin embargo, a veces, el sentimiento se consume, se apaga y se termina. Y cuando eso pasa, no hay nada que se pueda hacer para impedirlo. Estoy diciendo que se deja de querer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario