"Débiles murmullos ganados por el silencio, y el permanente tic tac del tiempo me aleja con cada paso de tu presencia, y me acerca cada vez más a tu encuentro.
Será que el viento me trae de nuevo tu recuerdo cálido y sereno, el sentimiento de encontrarse con uno mismo, con la raíz de su existencia, con el lugar donde uno plantó su vida y allí la fue haciendo, día por día, hasta que tuvo que volar a mundos distantes, y distintos.
Sin embargo no soy la que ha partido. Yo soy la que se ha quedado.
En esa casa, parecida a una casa de muñecas, que por las noches se recorta en el cielo estrellado y oscuro, en esa parte del mapa donde se muestran sin vergüenza infinitos destellos, y el viento canta fuerte, imponente, sin toparse por su camino con montañas de cemento y de artificio.
En esa casa se oye un guitarrero. Canta verdades, cosas de la vida, y teje con las manos una extraña certeza que por la noche protege, abriga. Y un ángel con manos de trabajo camina dejando en su camino olor a rosas, aroma a hogar, invitando a las ganas de hundirse en cálidos abrazos de madre.
Cómo olvidar las campanas. Cuatro campanas suenan sin parar, campanas alegres que no se detienen y cantan sus melodías. Una canta sueños y nubes. Otra, sonrisas gigantes. Una tercera canta dulzura y sencillez, y la más pequeña, vitalidad y niñez. Pero también saben callar, cuando la tristeza, o simples cosas de la vida llegan sin preguntar. No se ausentan nunca, pues su quietud también indica presencia, y reconforta. [...]
Y entre tantas risas, voces queridas, recuerdos añorados, se oye el leve tic tac. El sonido del tiempo, enemigo de los que extrañan, amigo del que entiende que siempre se regresa. Porque cada segundo que marca ese tiempo me aleja cada vez más de tu presencia, Mercedes, lugar amado, hogar querido. Pero lo más feliz, lo que más anima, es que con cada latido del reloj, comprendo que estoy cada vez más cerca de tu encuentro"
María Paula Maidana.
Un día sé que volverás, yo estaré curada y lejos de vos, un día todo será diferente y veras que tu ángel fué el que me salvo.
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